La gráfica superior muestra los datos registrados por el Observatorio de Rayos Cósmicos de la Ciudad de México. Las partículas incidentes en la posición geográfica de la Ciudad de México tienen más energía que las que ingresan en zonas cercanas a los polos. La curva púrpura representa el promedio de los datos registrados, las líneas discontinuas rojas representan la significancia de los datos (3σ). Cuando se registran variaciones mayores a 3σ, es probable que se atribuyan a los efectos de emisiones solares en el entorno terrestre que afectan el flujo de rayos cósmicos detectados a nivel de tierra.
La gráfica inferior muestra los registros del índice Dst, que mide las variaciones de la intensidad en la componente horizontal del campo geomagnético. Se observa la intensa caída en el índice que es consecuencia de la fuerte tormenta geomagnética que se presentó.
En la semana del 24 al 30 de agosto, el observatorio de rayos cósmicos de la Ciudad de México detectó incrementos significativos (4.2σ) en las cuentas de rayos cósmicos galácticos. Las variaciones se presentaron el 26 de agosto. Los incrementos significativos son atribuidos a variaciones en el campo geomagnético en la zona ecuatorial y se observa que la mayor caída del índice Dst se corresponde con el máximo incremento en el flujo de rayos cósmicos, que se marca con un barra color amarillo
Los rayos cósmicos que ingresan a la posición geográfica de la Ciudad de México requieren una energía de al menos 8.2GV (rigidez umbral), cuando las líneas de campo geomagnético no están perturbadas. Cuando se presenta una tormenta geomagnética se afecta la intensidad de las líneas de campo magnético terrestre y varía esta rigidez. De este modo, puede subir y bajar la intensidad del campo. En este caso, con base en el índice Dst, al bajar la intensidad del campo (hasta -169 nT), rayos cósmicos de menor energía que 8.2 GV ingresaron a la Ciudad de México.
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